El ministerio de Hacienda estudia la manera de sugerir recortes a las provincias. En ese esquema, las transferencias No Automáticas a las provincias podrían recibir una poda considerable el año venidero.
Mientras los gobernadores peronistas aseguran que el mayor déficit es causado por la Nación, el FMI entiende otra cosa y es probable que varios distritos del país, por no decir todos, deberán ajustar el cinturón en sus ya resentidas finanzas.
Hasta septiembre de 2017 (último dato disponible), el rojo consolidado de las provincias fue inferior al 1% del PBI. El año pasado, 17 de las 24 jurisdicciones presentaban déficit.
Los desequilibrios más pronunciados se registraron en las provincias de la Patagonia y en las del norte, tal el caso de Jujuy, Chaco y Salta.
Provincia de Buenos Aires, que siempre ha sido un dolor de cabeza para todos los presidentes, acaba de salir de las deficitarias gracias al Fondo del Conurbano Bonaerense que surgió del Pacto Fiscal.
En el tan mentado Pacto Federal, que incluyó el Consenso Fiscal, los gobernadores se comprometieron a bajar gradualmente el impuesto de Ingresos Brutos y Sellos en sus localidades. Es preciso señalar en este punto que en Argentina, las provincias llevan una década de incrementos en este impuesto, lo cual hace muy pesada la carga para quienes pretenden generar riquezas y crear fuentes genuinas de trabajo.
Gasto público de las provincias
Las provincias tienen un gasto público que se compone de varios items ramificados. Veamos cuáles son:
– Sueldos a empleados de planta 46% del total.
– Transferencias totales (corrientes y de capital) 20% del total. (Este punto incluye los regímenes de transferencias a los municipios).
– Prestaciones previsionales 12% del total. (Recordar que la mitad de las provincias no transfirieron sus cajas a la Nación).
– Inversión pública 9,3% del total.
– Otras erogaciones 12% del total.
Este año, 2018, habrá menos crecimiento y más inflación. Pero los gobernadores ya fueron taxativos en este punto: Recorte del plantel de empleados públicos, no. Radicales y peronistas ya coincidieron en que es imposible ajustar personal y obra pública. Esto pone a los mandatarios en un laberinto del cual sólo podrán salir si usan la imaginación y se disponen a eliminar gastos superfluos.
Gobernadores de todo el país ya le hicieron saber al Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, una premisa que repiten casi como un credo: «No estamos dispuestos a echar empleados públicos en las provincias». Esa medida generaría conflictos graves y desmadraría la situación en muchas localidades donde el empleo público es la principal fuente de trabajo.
Provincias endeudadas
Hay provincias que están realmente endeudadas. Por lo tanto destinan un alto porcentaje de sus ingresos corrientes al pago de servicios de deuda.
Es el caso de Chubut (destina 7,3% de su presupuesto anual), Buenos Aires (5,8% de su presupuesto anual), Neuquén (5,1% de su presupuesto anual) y Mendoza (4,5% de su presupuesto anual).
En cuanto a no subir la alícuota de Ingresos Brutos, según se firmó en el tan vapuleado Pacto Fiscal, sólo 5 provincias cumplieron lo acordado con la Nación: Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero.
(Con información de Ernesto Simón)