Respuesta interna a Vidal y tensión política en Juntos por las reelecciones

El senador Juan Pablo Allan presentó un proyecto para evitar un mecanismo por el que se burla el llímite a las reelecciones. Apunta, en realidad, a subrayar defectos del diseño original de María Eugenia Vidal. Y es una respuesta interna a la exgoberandora, avalada por intendentes de PRO que quieren acordar con el peronismo una salida que permita reelecciones.

Un proyecto de ley presentado por el senador Juan Pablo Allan para evitar que se prolongue un mecanismo que permite a intendentes esquivar el límite vigente de dos mandatos seguidos reveló hoy la intensa discusión que esa cuestión genera al interior de Juntos, donde varios alcaldes están furiosos con la exgobernadora María Eugenia Vidal después de que ayer tratara de dinamitar las conversaciones en curso con el oficialismo para dejar sin efecto ese límite.

En lo formal, el proyecto de Allan no menciona a Vidal, apenas corrige aspectos de la reglamentación de la ley de 2016 que prohibió las reelecciones, que corrió por cuenta de la entonces Gobernadora, y que permitió que intendentes –la enorme mayoría del PJ, pero algún radical también- esquivaran el limite tomando licencia (o renunciando) antes de cumplir los dos años de mandato, lo que se permitiría volver a presentarse en 2023.

Cuestión de cómputos e interpretaciones. Lo significativo del proyecto de Allan es el contexto político: se acordó ayer, en una reunión en un conocido bistró cercano al Congreso, en el cual Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Jorge Macri y los intendentes Diego Valenzuela, Julio Garro, Néstor Grindetti, Guillermo Montenegro, Martín Yeza y Gustavo Posse discutieron la cuestión de las reelecciones

El cónclave no fue casual: se produjo horas después de que Vidal, acompañada por el jefe de la bancada PRO de diputados nacionales, Cristian Ritondo, y de un grupo de legisladores bonaerense fieles, encabezados por Alex Campbell, emitiera un comunicado en el cual expresó un “rotundo no” a la posibilidad de eliminar, o incluso, de aligerar el límite a las reelecciones establecido durante su gobierno, con el apoyo del massismo.

Esa intervención de Vidal provocó rechazos fuertes. Los alcaldes están negociando con el oficialismo una salida a una prohibición con la que, en el fondo, ninguno está de acuerdo. Se trata de un remedio parlamentario, un proyecto para terminar con la prohibición que podría tratarse el “supermartes” legislativo próximo, junto con el presupuesto, la ley impositiva, la ley de ministerios y el reparto de cargos institucionales para la oposición.

Tratándose de un proyecto que la todos suponen antipático para la opinión pública, la ocasión parece perfecta: bien cerca de las fiestas, a las que seguirá el inicio a pleno de una temporada turística que promete ser récord, es el momento perfecto para que pase lo más desapercibido posible y el costo político que se pague sea el mínimo. La estrategia de Vidal pareció apuntar a aguar esa fiesta.

Por eso los reproches no son pocos. Los alcaldes, cuentan que plantearon en la reunión, están furiosos porque Vidal dejó de manera inconsulta el distrito y ahora pretende pontificar desde fuera con un tema que los impacta directamente. En esa línea, el proyecto de Allan apunta a la responsabilidad política de la gobernadora por una reglamentación defectuosa que, además, dejó mal parado a los propios y permitió la picardía a los oficialistas.

En los fundamentos de su proyecto, Allan explica que la combinación de la ley con el decreto reglamentario permitió que unos 20 intendentes del oficialismo esquiven la prohibición tomando licencia  antes de la mitad del mandato y saltando a otro cargo para poder presentarse en 2023, sino que produjo “una profunda desigualdad entre los que cumplen y los que no”.

El mecanismo que se usa es el siguiente: como la ley y el decreto estipulan que el limite son dos mandatos seguidos contando desde el que se inició en 2015, muchos toman licencia antes de la mitad del segundo (que se inició en 2019) para que no se le computen dos, sino un mandato. Es la situación de peronistas  como Juan Zavaleta (Hurlingham), Martín Insaurralde (lomas), Mariano Cascallares (Brown), entre muchos otros, todos con cargo ejecutivo, También hay radicales, que saltaron a listas legislativas y ejercerán en la Legislatura.  Pero la mayoría son pernistas. “Son 51 intendentes de Juntos que no podrán presentarse por ser respuetuosos de la ley, mientras que la mitad de los intendentes del Frente de Todos sí lo podrá hacer  porque se han burlado de ella”, escribió Allan. Su solución es computar el segundo mandato desde el primer día del mismo, de modo que no valga el ardid de renunciar antes de que se cumpla la mitad del  mandato, algo que se base en la Ley Orgánica Municipal que estipula que si hay acefalía en ese período la elección de intendente debe hacerse de nuevo, pero si se produce después, asume el primer concejal de la lista del oficialismo.

Un detalle importante: los intendentes que ya renunciaron tienen un derecho adquirido y por lo tanto no estarían alcanzados por la solución que plantea Allan, que solo valdría hacia adelante. Lo cual ratifica el objetivo político de la iniciativa, que subraya el problema que terminó creando la mala redacción del decreto reglamentario por parte de Vidal.

Hasta ahora, había un solo proyecto de ley presentado al respecto, el del frentetodista Walter Abarca, que directamente repone las reelecciones indefinidas (aunque solo para intendentes, no para legisladores y concejales, también comprendidos en la prohibición). Pero también circuló la versión de un proyecto que cambie un artículo de la ley vigente, de modo que se cuente como primer período el actual y no el que inició en 2015, lo que se permitiría a los alcaldes ir por otro mandato en 2023, independientemente de cuánto haga que están en el cargo. Es la opción que más entusiansma al radicalismo, pero todavía no hay ningún articulado concreto al respecto.

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