Owen Fernández: Más institucionalidad para enfrentar la pandemia
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Afortunadamente, todo se encamina a la vuelta de las sesiones en el Congreso Nacional y, también, en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Las políticas de los gobiernos siempre tuvieron mayor éxito y eficacia al ser sociabilizadas, consensuadas y enriquecidas con el Poder Legislativo. Parte de eso se debe a la mayor legitimidad y a la participación de toda la sociedad, a través de sus representantes, en la elaboración y diseño de esas políticas. También, porque los legisladores, además de controlar al Poder Ejecutivo, legislan y crean las leyes necesarias que cada contexto demanda. Por eso es tan importante que el Poder Legislativo esté activo y haga uso de todas sus facultades.

Hoy la sociedad tiene que estar representada de manera completa, sus legisladores tienen que trabajar sobre temáticas que no pueden ser postergadas y también debe haber control a las decisiones tomadas por el Poder Ejecutivo con el único fin de ayudar constructivamente a que las medidas aplicadas para ganarle al Covid-19 se instrumenten de la mejor manera posible.

Un país no puede darse el lujo de guardarse absolutamente nada para hacer frente a esta crisis global. Cada uno aportando desde el lugar que le toca. Hoy nos encontramos inmersos en una crisis sanitaria (que con mucho esfuerzo por partes de todos se está conteniendo), pero también económica. Las complicaciones para el sector productivo del país y la provincia podrían extenderse más allá del fin de la cuarentena. Es por eso que hoy, más que nunca, se necesita de la búsqueda de diferentes alternativas y la elaboración de ideas, propuestas y proyectos para enfrentar la pandemia y el futuro que se avecina tras ella.

Como legislador, mi atención parlamentaria está enfocada en que la política sanitaria sea llevada de la mejor forma posible en la provincia de Buenos Aires y para eso hemos presentado varios proyectos para clarificar los criterios de distribución de la asistencia del Estado. También, en la pospandemia y, en concreto, en cómo ayudar a la reconversión de miles de emprendedores bonaerenses, en dar soluciones al mundo pyme y en como otros sectores claves, como el turístico, que generan arraigo para los jóvenes y empleo local, se aggiornen a lo que se viene.

Tanto el ascendente turismo rural característico en los municipios de la Ruta Nacional 8 como todos aquellos de la costa bonaerense que tienen al turismo como principal ingreso económico necesitan ya de ideas, propuestas y alternativas a lo que vendrá y en eso se está trabajando.

En diciembre del año pasado, entre otras cosas, declaramos al municipio de San Antonio de Areco como «Capital Provincial del Turismo Rural». Pero el mundo ha cambiado. Hoy, tan solo unos meses después, el desafío es pensar como brindarle seguridad al turista con el menor riesgo posible para que los bonaerenses puedan conocer su territorio y las comunidades anfitrionas puedan darles una bienvenida segura. Nuestro desafío, articulando con los 135 municipios, es pensar cómo lograr eso en un mundo nuevo y con reglas distintas.

No tengo dudas de que un Poder Legislativo activo y abierto enriquecerá y pondrá en la mesa de toma de decisiones un abanico de alternativas sobre la mejor manera de afrontar esta crisis sanitaria y económica. Todas las voces tienen que ser escuchadas en un momento de tanta sensibilidad, y lo que no se puede perder nunca son los valores de la institucionalidad porque las instituciones ordenan, identifican, socializan y ofrecen ayuda. Las instituciones saben clarificar en momentos de caos y mitigan el impacto de los errores en las acciones. Un Poder Legislativo con el pleno uso de sus facultades y sus representantes elegidos por el pueblo activos pensando en el presente, y también en el futuro, serán un gran aporte ante esta situación.